Juan Vicente Vega, firma digo
En la serie “Metal y paisaje” de mi primera exposición en solitario, el duro pero corrosivo metal debía ocupar gran parte del cuadro y actuar en en contraste con el amable fondo paisajístico. Apliqué abundante materia y textura al metal representado, para reforzar el impacto visual. Con ello buscaba el mayor parecido posible con el efecto de la música: la emoción inmediata, siempre previa a cualquier posible lectura o análisis. En "Metal" los hierros emergen de la oscuridad. El objeto desconocido sólo muestra su materia en descomposición.

Mis viajes a Latinoamérica me abren todo un glosario iconográfico y un arsenal de material humano, que vierto en la “Serie Americana”. Habla de ancestros, mestizaje, colonización, religión, opresión, explotación, esplendor, miseria y supervivencia.

Los primeros años de padre de familia y la luz de Cádiz, donde vivo 3 años, me apartan de la penumbra y llenan de celeste y de horizonte mi serie “Esteros”.

El sedentarismo y la paternidad me aportan nuevos estímulos, que nacen de las paredes de mi casa, de sus rincones, tranquillos, escalones, puertas, ventanas, baldosas, cenefas, espejos y muebles. El nombre de la serie de este periodo es suficientemente elocuente: “De puertas adentro”.

El deseo de dar rienda suelta a otras posibilidades de uso de los materiales que empleo en buena parte de mis cuadros me conduce a la creación de esculturas, que se nutren de todo tipo de material de desecho a mi alcance. El apartado “hago” ofrece una muestra de estos trabajos.

Me encuentro en continuo vaivén entre el dibujo, la pintura, la escultura o la combinación entre estos procedimientos.

Abstracción y figuración no son para mí lenguajes excluyentes entre sí. Me sirvo de ambos, por separado o en interacción, buscando encuentros, desencuentros, armonía y contraste.